En cuanto llega el buen tiempo me entran muchas ganas de hornear tartas saladas. Encender el horno no es muy buena idea cuando hace calor, es cierto, pero este tipo de recetas son perfectas para llevar a barbacoas, para un picnic o simplemente compartir en la terraza. En esta receta de tarta salada de tomates con crema de queso y mostaza aprovechamos además que la solanácea está en su mejor momento.
Hay muchas formas de preparar tartas saladas; en esta ocasión me apetecía usar algo parecido a una masa tipo galette de las que se usan en dulce, eliminando el azúcar de la ecuación. Me gustan estas masas porque con un procesador de alimentos tienes el trabajo hecho casi sin esfuerzo, y al no usar un molde nos complicamos menos la vida y conseguimos un acabado rústico muy veraniego.