El mestizaje en el ámbito de la gastronomía es una práctica que no deja de sorprendernos. Está claro que la mente humana da mucho de si y que los cronuts, wonuts, churrelados, donnolis, cruffins y brookies no son suficiente para mantenerla contenta. Con todo y con eso, ahora llega el chimney cake, o cucurucho de donut para helado, que deja a los anteriores a la altura de la alpargata.
Los chimney cake son el último grito en "comida fusión" en Praga, donde el invento está causando furor. Una alternativa loca al cucurucho de barquillo de toda la vida y que termina con el dilema que se nos puede plantear en esos momentos en los que nos apetece algo dulce y nos debatimos entre ¿donut o helado?
El cucurucho de donut para helado se elabora con la masa propia de estos bollitos y se reboza en una mezcla de azúcar y canela molida. Su interior se pincela con salsa de chocolate y se rellena de helado. Parece también, por lo que se aprecia en alguna de las imágenes, que la opción de añadir trozos de fresa existe. Menos mal que podemos incorporar un "elemento sano" a nuestro capricho.El chimney cake es una variante del "trdelnik", un dulce tradicional eslovaco que se vende en infinidad de puestos callejeros en Praga. Se trata de una masa que se asa al fuego de unas brasas, enrollada en unos pinchos de madera que rotan sobre sí mismos. La forma final es la de un cilindro hueco, pero sin rellenar como se hace con los chimney cakes.
La popularidad de los chimney cakes queda clara a través de la presencia que están teniendo en las redes sociales. No hay turista que perdone la visita a Good Food Coffee and Bakery, la pastelería responsable de tal locura. A mi no me importaría hincarle el diente a uno de ellos, así que tomo nota por si algún día consigo hacer realidad ese viaje pendiente a Praga.
Más información| Mashable
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