El debate sobre qué pan es mejor para preparar torrijas suele volver cada año por Semana Santa. Creo que las masas de bollería estilo brioche son las mejores porque absorben mejor los líquidos y son más tiernas, aunque yo tengo cariño al pan de hogaza de pueblo porque así las hacía mi abuela. Pero en realidad podemos usar casi lo que se nos ocurra, como en estas torrijas de croissant caramelizadas con fruta.
La idea no es muy rompedora porque es habitual ver cómo en otros países usan croissants que se han quedado secos para hacer lo que llaman french toast, las tostadas francesas que son muy similares a nuestras torrijas. He mezclado un poco ambas técnicas ya que creo que el croissant aguanta mejor si se baña en una combinación de huevo y lácteos juntos, pero las frío en aceite de oliva. El croissant ya es bastante goloso, así que no hace falta demasiado azúcar, pero un toque caramelizado es el complemento perfecto, y la fruta refresca el conjunto.