Como la misma María comenta, a pesar de que estas pequeñas delicias parecen buñuelos, en realidad al hincarles el diente recuerdan más a las rosquillas fritas, incluso ligeramente a los dónuts caseros.
Son muy fáciles de preparar y os recomiendo doblar las cantidades, ya que se devoran en un suspiro y aguantan muy bien un par de días si se guardan bien. Son típicos de la zona de Emilia Romagna y su nombre al parecer viene de la forma que tienen, que recuerda a las castañas.
Ingredientes para unas 20 unidades
- 30 g de azúcar, 35 g de mantequilla a temperatura ambiente, 15 ml de anís dulce, ralladura de limón, 1 huevo L, 150 g de harina, 5 g de levadura química (impulsor), 1 pizca de sal, aceite de oliva para freír, azúcar y azúcar glasé para rebozar.
Cómo hacer castagnole de Carnaval
Colocar en un recipiente el azúcar con la mantequilla troceada, el anís, la ralladura de medio limón previamente lavado y el huevo. Batir con unas varillas hasta tener una mezcla sin grumos.Incorporar la harina con la levadura química y la pizca de sal, y trabajar todo muy bien hasta tener una masa homogénea, maleable y suave, no pegajosa ni seca.
Tomar porciones de más o menos el mismo tamaño y formar bolitas con las manos. Nos las podemos engrasar ligeramente si se pegaran. Colocar los castagnole formados en una bandeja.
Calentar abundante aceite de oliva o de girasol hasta alcanzar una temperatura de entre 160ºC y 180ºC y freír hasta que estén bien dorados. No llenar demasiado el espacio, hacerlo por tandas.
Colocar los castagnole fritos sobre papel de cocina y después rebozar en una mezcla de azúcar granulado y azúcar glasé.
Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Fácil
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