Una forma fácil de variar las recetas de pollo en casa es recurrir a rellenar las pechugas o contramuslos sin hueso. En forma de rollitos, esta vez los rellenamos con mozzarella para cocinarlos al horno, más ligeros que a la sartén, y mucho más cómodos de elaborar.
Otra ventaja de preparar en el horno estos enrollados es que no debemos preocuparnos por si se desmoronan, ya que la colocarlos juntos en la fuente guardan sin problemas la forma y no hay que ser tan meticulosos a la hora de rellenarlos, como sí ocurriría si los fuéramos a freír. Emplear los filetes de pollo más finos que podáis, ya que al ir rellenos y gratinados son un bocado muy saciante.