Los deliciosos y saludables arándanos viven en verano uno de sus mejores momentos, como muchas otras bayas o frutos del bosque, y quien tenga la suerte de poder recolectarlos silvestres los gozará aún más en la cocina. Los demás nos conformamos con comprarlos en el mercado y así poder replicar todo el año postres tan sencillos como esta receta refrescante estupenda para días de calor o coronar un menú de celebración, con muy pocos ingredientes.
El fool es una elaboración anglosajona muy típica en la cocina británica e irlandesa, que básicamente consiste en mezclar una compota o salsa de frutas, u otra dulce, con nata montada. Y esta elaboración en concreto recibe el nombre original de fraughan fool, pues tal es el nombre con el que se conocen los pequeños arándanos silvestres que muchos irlandeses recolectan directamente en bosques y campos en estas fechas.
Si la fruta es dulce y tenemos acostumbrado al paladar a postres menos empalagosos, incluso podríamos hacer esta receta sin nada de azúcar añadido, aunque una cucharada nos ayudará a cocinar y dar brillo y consistencia a los arándanos al cocerlos. El limón y el tomillo no son imprescindibles, aunque sí muy recomendables si tenéis a mano para usarlos. Los veganos o alérgicos a los lácteos pueden hacer una versión vegetal con nata montada de leche de coco casera.
Ingredientes
Para 4 personas
Arándanos (aproximadamente) 200 g
Azúcar (o al gusto) 50 g
Nata líquida para montar con o sin lactosa 250 ml
Limón (opcional) 1
Tomillo fresco (opcional) 1
Cómo hacer fool irlandés de arándanos
Dificultad: Fácil
Tiempo total 25 m
Elaboración 10 m
Cocción 15 m
Lavar y secar con suavidad los arándanos. Poner en un cazo o sartén, añadir dos o tres cucharadas de azúcar (según nos guste el dulzor) y, si se usan, la ramita de tomillo limpia y el zumo de medio limón. Remover bien.
Calentar a fuego medio bajo y cocer durante unos 15 minutos removiendo de vez en cuando, hasta que la fruta suelte muchos jugos y algunas bayas se deshagan, pero conservando la mayoría parte de su forma. Retirar y enfriar, retirando el tomillo.
A la hora de montar las raciones, montar la nata hasta dejarla bastante firme con azúcar al gusto. Echar la mitad de la salsa de arándanos y mezclar con movimientos envolventes sin bajar la nata y dejando como vetas irregulares.
Repartir en cuencos o copas y servir con más salsa de arándanos por encima, y, opcionalmente, ralladura de limón y/o arándanos frescos.
Con quá acompañar el fool irlandés de arándanos
Como postre en las vacaciones de verano, merienda golosa a media tarde o colofón de una cena, el fool irlandés de arándanos es perfecto, nada pesado y muy fresco y apetecible, que solo requiere ser montado casi en el último momento para no perder la consistencia de la nata. Podríamos acompañarlo también con un crocanti de frutos secos, chocolate negro frío rallado o algunas galletas crujientes troceadas por encima, pero, sinceramente, no lo necesita.
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