Quien me conoce sabe que en mi casa no se tira nada (o -al menos- se intenta) y que cualquier resto de producto que queda en mi nevera suele tener un final más que digno. En este caso, con trozos sueltos de verduras, me he marcado la tortilla que veis en portada. Jugosa, sabrosa y económica.
Es el tipo de plato que disfruto cocinando, porque la cocina de aprovechamiento permite dejar volar la imaginación e improvisar. Si eres como yo, puedes hacer lo mismo son lo que tengas en casa. Si no es el caso, solo has de seguir la receta al pie de la letra y tendrás una cena de lujo por muy poco esfuerzo.